Iglesia Parroquial de la Cátedra de San Pedro en Antioquía

La iglesia parroquial fue construida en el siglo XVI, en estilo mudéjar toledano, alterando sustancialmente la traza primitiva del siglo XV, correspondiente a una pequeña iglesia de una sola nave.
 
Es de planta rectangular, de tres naves paralelas, separadas por tres arcos de medio punto apoyados sobre pilares.
 
Posee un ábside poligonal en el cabecero de la nave central, cubierto por una artesa mudéjar octogonal, con dos pechinas triangulares decoradas con lacerías en las esquinas que completan el rectángulo.
 
La nave central es más alta y ancha que las laterales y está cubierta por un cielo raso por encima de los pares de tirantas apoyados sobre ménsulas, restos del artesonado primitivo.
 
Tiene dos accesos, situados al Norte y Sur de la planta del edificio, y están resueltos en ladrillo, con arcos carpanel y medio punto respectivamente.
 
En la nave de la derecha se sitúa la sacristía, adosada al cabecero, y en la nave izquierda una capilla separada del resto del edificio por un arco de medio punto. Está cubierta por una artesa cupuliforme de cuatro aguas y labores de lacería en la parte central.
 
A los pies se sitúa el coro, que ocupa las tres naves, con balaustrada de madera, y bajo él, en la nave derecha, capilla bautismal separada del resto por una rejería de madera; y en la nave izquierda, habitación que sirve de trastero y la escalera de acceso a la tribuna o coro.
 
La obra más antigua es la torre, situada a los pies, en el eje central de la nave principal. Está realizada en sus primeros tramos con hiladas de mampostería para continuar en ladrillo y rematar en un cuerpo de campanas de una magnífica obra de ladrillo con cuatro ventanas en arcos de herradura enmarcadas por alfices.
 
Todo el espacio interno de la iglesia está enfoscado y blanqueado
 
Por su parte, el volumen externo está en correspondencia con la distribución interior, ejecutándose sus paramentos en el llamado aparejo Toledano, con revoco en las superficies de mampostería. La articulación de los machones o contrafuertes de las fachadas se corresponden  también con el ritmo interno de la estructura de los arcos.
 
Entre las obras que alberga en su interior, un precioso retablo renacentista, del siglo XVI, obra de Juan de Tovar, Francisco de Linares y el pintor flamenco Isaac de Helle; un órgano, construido en 1752 por el maestro organero Pedro Berrojo, que fue restaurado en su mayor parte por el maestro José Monzón, en 1791; y una preciosa talla barroca de San Isidro Labrador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario