lunes, 28 de marzo de 2016

CARRICHES Y LA QUEMA DEL JUDAS: UNA TRADICIÓN MUY ARRAIGADA

Después de los días centrales de la Semana Santa carrichana, llega el más importante de todos: el Domingo de Resurrección. Este día es el más importante para todos los cristianos, ya que con la Resurrección de Jesús adquiere sentido toda nuestra religión. Cristo triunfó sobre la muerte y con ello nos abrió las puertas del Cielo.



En Carriches, el Domingo de Resurrección se celebra la procesión del Encuentro, denominada así por representar el encuentro de Cristo Resucitado con su Madre y la Quema del Judas, elemento simbólico que pone fin a nuestra Semana Santa.

Esta procesión consta más bien de dos, una de mujeres que llevan a la Virgen y otra de hombres con el Cristo Resucitado. Salen de la iglesia primeramente los hombres, ya que el recorrido por la Calle Real y Calle de la Plaza es mayor que el que tienen que realizar las mujeres, que al salir de la parroquia giran a la izquierda por los pretiles de la torre, salen a la Plaza de la Villa.




El momento más importante, el del encuentro se produce frente al Ayuntamiento: La Virgen, cubierta la cabeza con un velo en señal de duelo, espera la llegada de su Hijo, y al verse de frente es retirado en señal de alegría.

En este preciso momento es cuando se realiza la quema del Judas, que simboliza al apóstol traidor que vendió a Cristo.

Se encargan de su fabricación los quintos del pueblo, el viernes por la noche, para lo cual cada uno aporta lo que puede en prendas de vestir. Se rellena de paja y cohetes y se guarda hasta el Sábado de Gloria, en que se prepara el palo donde se atará al apóstol traidor.

Desde que se tocan las Campanas de Gloria, el Sábado, no dejan de dispararse cohetes hasta el amanecer del Domingo que se coloca en las Praderas para que todo el pueblo pueda verlo.

Después de la quema, la procesión con la Virgen del Rosario y el Cristo Resucitado continúa por la Calle de la Plaza y la Calle Real hasta llegar de nuevo a la iglesia, y allí celebrar la Misa de Pascua.