Hoy celebramos el día del Padre, festividad de San José, nuestro tradicional “día del campo”.
De pequeño, adolescente o mayor, todos, esperábamos con emoción el fin de semana más cercano para salir a los campos carrichanos. ¡Qué recuerdos!
Tortillas de patata, ensaladilla, huevos rellenos, “filetes empanaos”, latas de conserva, todo un elenco de alimentos (la lista podía ser interminable) que se saboreaban por el Cerro del Palo, o “la Lamea”, en La Viña, bajo su preciosa encina, Barraén o El Raso. Cualquier lugar con una buena sombra que nos cobijara era buena para la merienda.
Desconozco a ciencia cierta porqué se escogió esta fecha para salir al campo, aunque es muy probable que el inicio de la primavera, los campos floridos, el verdor de las praderas, hicieran brotar en la gente el deseo de comer en libertad, al aire libre. San José era y es la primera de las fiestas, la más próxima a ese comienzo, que se produce el 21 de abril, coincidiendo con el equinoccio de primavera en el hemisferio norte.