Uno de los puntos hídricos más
relevantes de Carriches es la Fontanilla o como todos la conocemos, Fuente
Vieja, el más importante e histórico abastecimiento de nuestro pueblo.
Los orígenes de la fuente son a día de hoy inciertos, si bien la fuente que ha perdurado hasta nuestros días, parece datar de principios del siglo XX, tal y como reza en la piedra frontal (Año 1903). Los manantiales que la abastecen (Fontanillas) comienzan a ser utilizados mucho antes, en el siglo XVII, recogiéndose en un mismo punto los diferentes veneros que afloraban en Los Pradillos, desviados convenientemente a través de una cañería hasta un pocillo en la misma fuente.
De ella nos habla don Juan Martín Górriz de Echartea, cura párroco de Carriches el 13 de marzo de 1787, como respuesta a las preguntas del interrogatorio de Tomás López y el texto dice así: “una fuente de aguas tan delgadas, laxantes y gustosas que en nada ceden a las mejores del reino”.
Los orígenes de la fuente son a día de hoy inciertos, si bien la fuente que ha perdurado hasta nuestros días, parece datar de principios del siglo XX, tal y como reza en la piedra frontal (Año 1903). Los manantiales que la abastecen (Fontanillas) comienzan a ser utilizados mucho antes, en el siglo XVII, recogiéndose en un mismo punto los diferentes veneros que afloraban en Los Pradillos, desviados convenientemente a través de una cañería hasta un pocillo en la misma fuente.
De ella nos habla don Juan Martín Górriz de Echartea, cura párroco de Carriches el 13 de marzo de 1787, como respuesta a las preguntas del interrogatorio de Tomás López y el texto dice así: “una fuente de aguas tan delgadas, laxantes y gustosas que en nada ceden a las mejores del reino”.
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